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Mostrando entradas de diciembre, 2022

Vallejo para no iniciados II de Julio Carmona, a propósito del centenario de Trilce.

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  Escrito por J. Miguel Vargas Rosas      Hablar de Trilce, manifiestan muchos, es hablar de «uno de los desafíos intelectuales y emocionales más intensos que se ha creado en la lengua española», a tal extremo que algunos —sin querer tal vez— han desmerecido el contenido profundo que lleva intrínsecamente esta obra poética al señalar que se trata de una rebeldía solo gramatical acometida por su autor, el peruano (y ya universal) César Vallejo, con el fin de inventarse un nuevo lenguaje.       Julio Carmona, crítico literario y poeta, nos acerca a esta enigmática obra que, dicho sea de paso, cumple cien años desde su primera edición; cien años que precisamente motivaron a Carmona a publicar «Vallejo para no Iniciados II, una lectura de Trilce» este 2022 que termina ya. Partamos de que Carmona tiene una acepción marxista en cuanto a la literatura, lo cual lo hace más cercano al pensamiento de nuestro vate universal y de esta manera no solo interpreta los poemas contenidos en la obra, sin

El sueño del pongo, recopilado por José María Arguedas

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1 Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas, viejas. El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludó en el corredor de la residencia. —¿Eres gente u otra cosa? —le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio. Humillándose, el pongo no contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie. —¡A ver! —dijo el patrón—, por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas manos que parece que no son nada. ¡Llévate esta inmundicia! —ordenó al mandón de la hacienda. Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina. El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero h