Por: J. Miguel Vargas Rosas "Paisa" le decían. Lo conocí en el 2006, cuando cambié por última vez de colegio secundario. Él era un muchacho alegre, jovial, pero a la vez loco. No tuvimos más contacto después de la promoción, aunque a la mañana siguiente de la fiesta almorzamos alegremente por ser mi cumpleaños. Fue la última vez que lo vi reír y cantar también canciones del género Chicha. Me llamaba "Político" por mis exposiciones sobre temas relacionados a la política. Solía defenderlo porque era muy débil y torpe para las broncas, peor si sus contrincantes eran más altos que él, lo cual resultaba muy común debido a su baja estatura. Loco contumaz solía contarme que un día pondría una mecánica automotriz para ayudar a su abuela, con quien vivía desde hace muchos años. No sé si logró el segundo objetivo, pero según los noticieros que informaron sobre su muerte hace un mes atrás, llegó a poner una mecánica que le permitió seguir la vida con alegría, jovi