Poco más de veinte mil muertes al año, causan los accidentes viales en México, comprobándose que se dan más de 300,000 accidentes en el año. Las personas, con temor a ser una de esas víctimas, miran mil veces a ambos costados antes de cruzar la calle; pese a eso, es necesario persignarse, encomendándose a la voluntad de Dios. Según los últimos datos, de esas 20,000 muertes anuales, un promedio de 70 % son peatones, o mejor dicho, personas que no conducen ningún tipo de vehículo, mientras que el 18 % son ciclistas, a las que no se les respeta ni un cabello. Esta cifra es espantosa cuando se habla de Latinoamérica en general, pues más de 120,000 muertes se ocasionan al año y mas de seis millones de heridos, por la misma causa. Las personas no saben ya cómo hacer. Se encomiendan a Dios, pero parece el Demonio dominar las autopistas y las calles. Los conductores, enloquecidos, se agolpan, desesperados, creyendo que lo que tienen al frente o a los costados (peatones), son o