LA VENTANA INCINERADA

Por: J. Miguel Vargas Rosas El mar lame la tierra miserable de mis zapatos / enciende la noche con su espuma / cobra vida destornillándose los calzados / se cree cordillera o puma y / oficia la misa eterna de los desterrados / de los ahogados / de los sedientos / de las tardes en que yacen los mugrientos / de las porcelanas / del amor partido / del silencio con que calla el grito / de la bota que patea el asfaltado; ---------------------------- El mar entiende que es un pozo de drogadicciones / donde los alcoholizados y / sonámbulos / se refugian a cantar verdades; --------------------------- Entiende, nocturno o noctámbulo, / que es el asilo de la locura /o de la mente despejada; -------------------------- Los hambrientos que fríen sus tripas / en las esquinas destartaladas, no lo ven / pero en la noche el mar está deshojado / y tiritando se aleja a las islas baldías / dejándonos el tenedor y las mesas totalmente vacías.

Parte de la entrevista entre J. Miguel Vargas Rosas y el programa virtual Cinestesia, implementado por la Revista Quilca sobre el documental "Voz Dinamitada".  1. ¿Cómo es que llegaste a conocer a Jovaldo y que es lo que más te atrajo de él que decidiste hacer un documental? RESPUESTA. Tenía treces años de edad aproximadamente cuando en un viaje a Lima con mi padre, cuando cruzábamos por Quilca y ya cerca a la plaza San Martin, vi ruedos de hombres que debatían sobre política, filosofía y otros temas coyunturales. En uno de los ruedos, estaba un hombre que tenía folletos y plaquetas, entre ellos había una colección de poemas de Jovaldo. Lo adquirí, lo leí y los versos sencillos pero llenos de pasión, en favor de los pobres o las clases más vulnerables de la sociedad peruana, me impactaron que empecé a investigar sobre el poeta en internet, en libros, pero la información era escasa. Incluso siempre solía preguntarme el porqué del canto de Martina Portocarrero titulado “Mamacha

Por: J. Miguel Vargas Rosas                      Creemos que, para construir un libro, debemos llevar siempre presente la célebre frase de Franz Kafka: “Un libro debe ser el hacha con el cual romper el mar helado de nuestro interior” , y nuestro individualismo – es decir, ese interior nuestro - está inexorablemente ligado a la sociedad, a la multitud, al pueblo que es quien ha construido nuevas sociedades, nuevos mundos, por lo que el libro debe romper la calma mortífera en la que estamos sumergidos actualmente. Cada libro es una voz, un grito, una bandera, un sentimiento intenso a punto de encender fogatas y he tratado de que “Hijos de la iglesia” sea también una antorcha, que sea un hacha más que pueda romper la mar congelada, que abra los ojos y remueva el espíritu. Podemos hablar de libertad, pero en verdad no somos libres ni lo seremos mientras se quebrante la seguridad de la inocencia, y se marchiten a pisotones las primaveras de los niños y este libro, manojo de cuatro cuentos,

    Por: J. Miguel Vargas Rosas               ¿Puede una madre matar a su hijo?, obviamente a la luz de los sucesos más recientes, la respuesta será afirmativa… por lo que podríamos empezar con la siguiente incógnita: ¿Una madre puede pensar, planificar y ejecutar la muerte de su hijo de forma sistemática? El tema central de “La cuna vacía” de Sophie Hanna gira en torno a esas incógnitas. Un thriller muy bien construido, una trama que entrevera las pistas para hacer creer al lector que todas las acusadas son culpables y que son inocentes a la vez, pero también se llega a tomar a casi todos como sospechosos de los recientes crímenes.  La autora juega con dos tiempos, el pasado relativo y el presente simple.  En ambos va tejiendo el suspenso a través de dos temas específicos. En el pasado, sobre si en verdad han sido culpables las mujeres acusadas de asesinar a sus hijos, pese a que han sido absueltas. En el presente, por descubrir quién asesinó a una de aquellas mujeres liberadas en

  Por: J. Miguel Vargas Rosas                No pude esperar a Setiembre para comentar los poemas de Lisbeth Huamán (Amarilis o Flor de Lis), los cuales, si bien están en un proceso de construcción y en búsqueda de su independencia, para hablar con la voz propia de la poeta, ya que se siente la influencia pegajosa de Valera y Javier Heraud, podemos hallar que muchos versos tienen un acabado propio, profundo e intenso, con los cuales crea imágenes poéticas. “ Lejos, las aves/ vuelan en uve / y tu nombre les es familiar / mientras vuelven a sus nidales / y tú no al amor” ; señala en un poema, por ejemplo. Las aves, en cuya figura representan la soledad del espacio despejado, retornan al hogar vacío donde se siente la ausencia del ser amado. Así, Lisbeth va a explorar los distintos tipos de amor e ilusión; sueña con el ser perfecto, aunque no exista o simplemente sea una especie de utopía. “No hay existencia entre nosotros sí solo cabes en lo inverosímil, como puro cuento” .

Por: Mark R. Cox Recién tuve la fortuna de ver el documental “Voz dinamitada: Un trovador y su época. Documental sobre el poeta popular JOVALDO y el movimiento artístico-cultural en el Perú”. José Valdivia Domínguez, JOVALDO, nació en el Callao en 1951 y murió como prisionero en el Frontón en junio de 1986. El documental logra incluir mucha información y muchas perspectivas sobre la época desde finales de los años setenta hasta mediados de los ochenta. Se acerca al tema de JOVALDO y su época en cuatro secciones: dos sobrevivientes de la masacre en el Frontón quienes dan un contexto de la vida en la prisión y cómo era JOVALDO; los músicos/cantautores Julio Humala, Martina Portocarrero, Kiri Escobar, y Máximo Pizarro describen el ámbito cultural y político durante los gobiernos de Morales Bermúdez, Belaúnde Terry, y García Pérez, la creciente presión de “definirse” políticamente, y sus recuerdos de JOVALDO; los escritores/críticos literarios Walter Lingán, Oscar Gilbonio, y Julio Ca