Poema
Por: J. Miguel Vargas Rosas Esta olla humeante donde se tuestan los corazones y rugen las veredas de los gusanos. Este dolor invisible como los dioses que atormentan los huesos desolados. Este túnel oscuro donde se desgarran los enanos y lloran los atardeceres. Este callejón humeante que hierve sin cesar en la fogata de las ancianas madres con la conciencia aplacando el imperial salvajismo. Esta olla humeante tuesta también mi corazón en la noche urbana de la rebelión. Esta olla humana esta olla caldeada...