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Mostrando entradas de enero, 2019

Acercándonos a "La distancia que nos separa" de Renato Cisneros.

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 Por: J. Miguel Vargas Rosas             En “La distancia que nos separa” Renato Cisneros crea una amalgama de temas filosóficos y profundiza en el estudio psicológico, pues en la obra se comprueba la cierta realidad que tiene la teoría freudiana sobre el sexo como eje base donde se forja, de una manera determinada, nuestra conciencia. Así, muestra el divorcio de su padre “El gaucho” Cisneros con su primera esposa, pero su hija siente rabia, impotencia y odio, ya que siente que se divorcia de ella también, por los besos y las nalgadas que él le daba en forma de cariño. De esto se desprende también el cómo la psicología de los hijos de Cisneros se fue moldeando con mucho encono celoso para con el comportamiento de su padre (lo que da la razón a Freud cuando este apunta que toda nuestra psique parte de lo creado en la infancia e incluso pre infancia), lo que les impulsa, en sus juventudes, a realizar actos de rebeldía tan solo para darle la contra al “Gaucho” como una muestra de su

Juan Gonzalo Rose, la melancolía

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         Leí a Juan Gonzalo Rose hace mucho y hoy vuelvo a hablar de él, pues su poesía melancólica atrapa al igual que su poesía revolucionaria incita a luchar por la revolución social. Pese a su filosofía existencialista y a su "marginalidad", Rose se inclina hacia el camino del pueblo y de su democracia, por lo que alterna bastante la poesía romántica con la de protesta social.        Pero esta vez no hablaré de su poesía...                    "Yo recuerdo que tú eras como la primavera trizada de las rosas y como las palabras que los niños musitan  sonriendo en sus sueños."             Solo compartiremos una anécdota narrada por el escritor Miguel Gutierrez y de esta forma enterarnos que con respecto a Gonzalo Rose no solo su poesía estaba envuelta por la nostalgia, sino también su propia vida que se iba consumiendo en constantes crisis de alcoholismo. "Basta ya de mentiras que nos tienen con los huesos hinchados. Basta ya de verdades