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Mostrando entradas de 2021

Extraño caso de amor: un extraño Pavletich en la literatura huanuqueña

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  Escrito por J. Miguel Vargas Rosas      No ha habido ni ha podido surgir en largas décadas, nadie de la talla de Esteban Pavletich en las letras huanuqueñas. Como parte de su lucha contra el conservadurismo feudal predominante en el contexto que le tocó vivir, luchó por innovar las letras y logró adelantarse a su época, muy diferente a un gran porcentaje de autores actuales de Huánuco que ya no luchan contra el sistema, sino que lo asumen como parte implícita de su ser, por lo que acogen, copian y plasman el estilo encumbrado por el canon literario. Pavletich buscó innovar, adelantarse a su tiempo, incluso rompiendo esquemas; en cambio ahora, innovar es copiar los estilos y esquemas de la literatura europea o del ya casi extinto Boom Latinoamericano. Quizá esto sea uno de los motivos para obnubilar la imagen de Esteban Pavletich Trujillo, a quien se le ha encasillado como indigenista dentro de la literatura peruana, lo cual no es ningún demérito, pero habría que reconocerle además la

Intertexto

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Escrito por J. Miguel Vargas Rosas La poesía, en este instante es un nido de arañas una puerta que al abrirse  deja entrar ogros monstruos tentaculares Es un envoltorio frígido  una noche interminable  un grito que se extiende desde la médula hasta la infinidad del universo.  La poesía, es en este instante un río furioso  que tarde o temprano  ha de erguirse envolver cálido  las entrañas.  La poesía, en este instante,  se me sale por los ojos y las arterias  porque es llanto, es congoja,  es risa desmedida y loca.  La poesía, en este instante, es un refugio que da miedo  pero más temprano que tarde volverá ser el refugio de mi alma  aturdida y sibilante. 

Un muerto en la pedrera

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 Escrito por J. Miguel Vargas Rosas                  — No lo muevas… Pero, papá tenía que hacerlo; debía sujetar con ambas manos el brazo endurecido del cuerpo inerte y hacerlo girar. Estaba en la pedrera. Cuánto frío han de sentir las almas al quedar en la pedrera, tiznando de sangre los pétreos objetos. Los rayos solares acariciaban parte de la cabellera encostrada.  — No, papá… —volviste a gimotear tú. Sin embargo, papá tenía que hacerlo y lo hizo, sacando fuerzas de flaqueza. Al ver el rostro de aquel cuerpo, supo quién era, pues lo reconoció pese a los ojos profundamente cerrados y el semblante pálido.  — ¿Es él, papá? —interrogaste, aunque el viejo ya no te hizo caso. Lloró, sujetando en su regazo el cuerpo marchito y muerto.  No te hizo caso por dos razones: Porque el cuerpo no pertenecía a un “él”; el cuerpo era el tuyo, porque no me buscaban a mí como tú creías, sino que te buscábamos a ti entre ese cúmulo de muertos; y la otra razón era, que no podía dejar de llorar

El último disparo: Arguedas y su obra

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 Escrito por: J. Miguel Vargas Rosas      Hasta ahora muchos se preguntan —sobre todo a inicios de diciembre— ¿Por qué José María haló del gatillo contra su cabeza?, ¿por qué esto no la mató al instante?, ¿hubo miedo?, ¿hubo arrepentimiento? La respuesta más sencilla es: “Fue un depresivo”. Sobre la mesa del mundo quedaba una novela inconclusa en la cual brillaba y brilla aún la sangre de José María. Vargas Llosa exclama en un viejo artículo suyo que la muerte del autor vendría a complementar precisamente aquella novela titulada «El zorro de arriba y el zorro de abajo» . En este planteamiento le damos la razón a Vargas Llosa; si bien es cierto que la última novela es una obra poco fluida, que tiene especies de huidas arremetidas por el autor con el fin de no enfrentar la realidad, se ve complementada por el suicidio real. Arguedas, en esta última novela muestra con claridad cómo ve, desde su mundo subjetivo, el mundo, el Perú ya no andino, ya no incaico y lo tiñe de oscuridad y de nost

Poemas a orillas del mar

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Escrito por: J. Miguel Vargas Rosas Solo estoy apagado:  renaceré cuando las  luciérnagas se enciendan  y el sol por el horizonte cosa la arena.  Solo estoy apagado:  se deshojan el hígado  el páncreas y la espina dorsal; se derrumban las piernas  como columnas de templo.  Solo estoy apagado  a orillas del mar y en esta insólita hora nadie entiende cuánto duele el amar.  Todos deseamos escapar;  nos evaporamos nos consumimos nos escondemos  de la oscuridad en la marea. Todos deseamos escapar del edén prometido  del infierno que es castigo de la oscuridad en la marea. (...)

Ventana

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Escrito por: J. Miguel Vargas Rosas Una ventana, son sus ojos;  más allá del dintel el mar de fuego rumorea la oscuridad impera y amo la sombra que en sus pupilas relumbra, amo la construcción-destructora de las Hadas en el cristal de su mirada.  Una ventana, son sus ojos  que da a la playa de esta locura  y amo sus abismos sin fondo  el fuego infernal que de ellos brota.  Una ventana, son sus ojos  Y amo el fulgor oscuro que por ella ingresa 

Sustento filosófico del Marxismo

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 Escrito por: J. Miguel Vargas Rosas      Una pregunta ha de flotar en el ambiente ahora mismo, ¿por qué desarrollar un conversatorio de filosofía?, sencillamente porque son las concepciones filosóficas que tenemos, ya sea por propia voluntad o porque nos las inculcaron, las que determinan nuestra forma de concebir el mundo, las relaciones sociales, las relaciones de producción, la historia misma. De ahí la importancia de hablar sobre la filosofía y la necesidad de que vuelvan las áreas de filosofía a los colegios públicos. Volviendo a lo que nos compete en este conversatorio y en nombre del grupo: Se ha dicho y se ha murmurado últimamente que el marxismo es una invención del señor Marx con la complicidad de Engels. Por eso, no tiene sustento ni bases para sobrevivir hasta nuestros tiempos y por ende, el que se escuche hablar del marxismo en nuestra actualidad se debe a tipos locos o desquiciados (Como nosotros, por ejemplo. Y lógicamente, nos es imposible negar nuestra locura, pero s

La sátira social en lenguaje lúdico utilizado en “La Casa Apartada” de Gálvez Ronceros.

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  Escrito por: J. Miguel Vargas Rosas         La vida hiede, el sistema hiede, pero es necesario mofarse de ese hedor pese a todo. De esta manera podríamos conceptualizar el lenguaje lúdico y la sátira imperante  en el libro de cuentos “La casa Apartada” (Alfaguara, 2016) de Antonio Gálvez Ronceros, de quien Miguel Gutiérrez enfatizó que « no sólo es un buen narrador de historias cortas, sino que, después de Ribeyro, es el más notable cuentista de la Generación del 50». (1988, p. 139) y es que, en este libro lo que parece jocosidad es en sí una mofa contra la superestructura política-económica y social del sistema actual del Perú y de América Latina, aunque muchos críticos suyos solo se centran en el humor elaborado por el autor como un simple recurso lingüístico, sin escrutar más allá de lo literal de las palabras plasmadas.       Ágreda (15 de julio del 2016) sobre el libro indica en un artículo que «en la mayoría de los cuentos priman el humor y el manejo lúdico del lenguaje, como

Saqueando Huánuco desde hace años

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Por: J. Miguel Vargas Rosas            Es difícil escribir críticamente sobre política en Huánuco, cuando gran parte de la “intelectualidad” que domina los medios y el mercado huanuqueño, ha dejado bien claro su postura casi dogmática de conservadurismo, pese a que siempre andan lamentándose por los “políticos corruptos” de forma regionalista, sin dejar de creer que los procesos electorales son eternos. «Yo sé por quién votar, usted piénselo bien», es el lema de ellos. No obstante, la indignación y el coraje imbuyen a manifestarse actualmente, pese a que sabemos que el problema es un problema de sistema político-económico. Empecemos: En el 2018 se anunciaba una inversión de 162.3 millones de soles para la construcción del nuevo Hospital Regional Hermilio Valdizán en un terreno de 25,740 metros cuadrados, que supuestamente (según notas de medios informativos del 2019) beneficiaría a un total de 780,000 pobladores de la región. Según un informe del mismo Gobierno Regional, emitido en jun

«El amanecer de amaneceres» de Pedro Novoa

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   Por: J. Miguel Vargas Rosas        Debo empezar este breve comentario, citando al escritor quien fuera mi profesor en un ciclo de la maestría en Docencia Universitaria de la Universidad Nacional de San Marcos, Pedro Félix Novoa: «Creo que olvidar es, en definitiva, una forma de matar —sin dudas la peor—. Es liquidar a plazos, poco a poco, como a las cucarachas que se le van mutilando las extremidades sádicamente (…)»; entonces Novoa ha de saber que no lo matamos; seguimos revisando sus obras para comprenderlo y complacernos.  Confesaré que no había leído a Novoa, sino hasta cuando él cayó en cama, enfermo. El único que pude conseguir hasta ahora fue el «Amanecer de Amaneceres», que dicho sea de paso toca el tema del conflicto armado desatado en el Perú en los años 80’s, y por este podemos deducir que el autor no era uno de esos escritores impulsivos, que suelen escribir una historia de golpe, sino más bien un escritor sobrio, técnico y tierno. Intercala la prosa de la novela con p

Lo grotesco como elemento en la película «Nadie duerme en el bosque esta noche 2»

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  Por: J. Miguel Vargas Rosas      Lo grotesco es un recurso artístico que data ya de hace muchos siglos atrás y que proviene de  gruttesco debido a las imágenes encontradas en una gruta o cueva durante las excavaciones realizadas en la zona llamada Domus Aurea, perteneciente a Roma en el siglo XV. El significado de grotesco va experimentar ciertas modificaciones con el paso del tiempo, hasta llegar a una conceptualización más o menos como la que citamos a continuación:       «Término derivado del italiano grottesco (de grotta: gruta, cueva), aplicado a ciertas figuras caprichosas o extravagantes (quimeras, hombres con cuerpo de animal, animales con formas de plantas, etc.) encontradas en las pinturas de monumentos romanos excavados en la época renacentista. Con dicho término se ha designado posteriormente una categoría estética y literaria con la que se alude a un tipo de descripción o tratamiento deformador de la realidad mediante «una exageración premeditada, una reconstrucción des

Nuestros muertos, son estrellas que acompañan nuestra caminata

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           Por: J. Miguel Vargas Rosas      Mi hermana indica a su pequeño que no se quede solo en la sala, donde han encendido velas a la imagen de los abuelos. Hoy, dicen, salen las almas, recorren las calles que transitaban cuando vivos, visitan los lugares que acostumbraban visitar y a veces se tornan pícaros y hacen asustar a los vivos. ¿Qué es la muerte?, ¿a dónde vamos cuando este viaje al que llamamos vida se acaba? Hoy, en la sierra, muchos han colocado comida en las mesas o altares pequeños para aquellos espíritus. La muerte entonces, también es una especie de arte, una narrativa cultural que pocos entienden, porque el mito de la existencia después de la vida, invade y pervive en el consciente de los pobladores del ande. Y más que creer en una espiritualidad metafísica, es la necesidad del hombre por romper los límites de la vida, por sentirse seguros y resguardados por sus seres amados que partieron de la vida terrenal, por lo que prefieren creer que las almas se refugian en

Una exploración a espíritus diferentes en «Los escritores vagabundos» de Philippe Ollé-Laprune.

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   Por: J. Miguel Vargas Rosas      «El papel del escritor es conservar la memoria, hallar una coherencia en el caos e inventar fábulas que nos transporten a un lugar lejano, cargado de sentido y de asombro»; sentencia Philippe Ollé en la introducción del libro y es que el caos, sin miedo a equivocarme, habita y se regocija en el espíritu de todo artista verdadero. Precisamente, aplicando la dialéctica, podríamos señalar que, de ese caos interno desatado en el escritor, brota una coherencia y una estabilidad para el lector, a quien busca sensibilizar con sus obras literarias. Dentro de su serenidad política, podríamos aseverar que César Vallejo también llevaba un caos en el espíritu, al igual que José Carlos Mariátegui.  El libro es un ensayo literario con un lenguaje literario, que busca ser biografía de varios escritores tanto del occidente que peregrinaron a Latianoamerica, como los escritores latinoamericanos que migraron a Europa. Debido a ese lenguaje fluido y estético, el libr

"Ollas a presión" de Daysi Irene Arévalo

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   Por: J. Miguel Vargas Rosas   Redacto el siguiente texto breve para comentar sobre los microrrelatos reunidos en el libro «Ollas a Presión» (Ed. Bizonte, 2021); sin embargo, debo confesar que al momento de redactarlo no tengo el libro de la joven Daysi Arévalo a mano, así que comentaré lo que recuerde sobre la lectura que le di en su momento. JM García al analizar el texto «Teoría del microrrelato» de D. Lagmanovich, señala lo siguiente al respecto del microrrelato:       «En el microrrelato ‘se cuenta una historia’, ‘es una minificción cuyo rasgo predominante es la           narratividad’. Son ficciones breves donde se incluyen: [a] una ‘situación básica’, [b] ‘un incidente      capaz de introducir un cambio o modificación en la situación inicial’ y [c] ‘un final o desenlace (a veces sorpresivo, a veces abierto’)» Pero, sabemos que no son tiempos de ceñirnos a una u otra teoría, sino más bien tiempos que obligan a los escritores a rebelarse constantemente contra el canon, las regl

Fuga

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  J. Miguel Vargas Rosas      Quizá solo queríamos huir, emprender la fuga, cruzar las lindes de este mundo donde muchas veces los sueños mueren en vísperas de la juventud. Tal vez por eso ella se tatuó la palabra “Fuga” en el abdomen y vagábamos hasta altas horas de la noche, sin rumbo fijo, riéndonos como locos, gritando, corriendo hasta sentarnos en la banqueta de algún parque desolado de esta gran ciudad. Quizá por ello yo conseguí el revólver de mi amigo “piltrafas” y tal vez por aquello de huir ella fumaba un poco de hierba cada tarde, cuando nos encerrábamos con vehemencia incontenible en alguna maltrecha habitación de esas inveteradas casonas, transformadas en hoteluchos de mala muerte. Encerrados, como si hubiésemos abandonado finalmente la realidad, ella se sentaba en la cama, mientras yo recostado a su lado me tomaba un poco de ron.            — ¡Algún día nos iremos! —La fiebre de su locura le hacía sudar— ¡volaremos! — Sí, ¡volaremos! Y la jalaba hacia mí, la besaba