¿Alguna vez han sentido cierta presencia de misticismo en la vida?, ayer mientras construía una alfombra para recibir al Señor de los Milagros, un Jesucristo venerado en el Perú y que en la ciudad de Huánuco lleva el nombre del Señor de Burgos, sentí otra vez ese misticismo. Cientos de personas construyendo alfombras, haciendo juegos florales para esperar a la adoración, mientras en una mesa pobre, una madre llora porque sus hijos mueren de hambre o de alguna enfermedad. Sin embargo esa misma madre gasta los últimos centavos para recibir a dicho Señor que inmutable es cargado por toda una cofradía vestido de morado. Ayer mientras miraba la devoción de la población, me llegaban malas noticias, mientras mi madre se aferraba a no blasfemar, a ayudar al prójimo, recibir bien a la cofradía. Mi mundo una vez más se llenaba de misticismos, ¿Qué de milagroso tiene el señor de los milagros? Mi abuela me hubiese mandado callar, explicándome con su voz matern...