Ayacucho (Ciudad de las Iglesias)


  Llego a Ayacucho y un vientecito cálido acaricia mis mejillas. Su propio nombre en quechua habla de la tristeza con la que te recibe esa bella ciudad, pues Ayacucho (vocablo quechua) traducido al español quiere decir “Rincón de muertos”.
Piso las calles de Ayacucho, veo la Universidad San Cristóbal de Huamanga, de afuerita nada más.               Después, camino por sus calles angostas, contemplando sus casas pegadas. Lo que sobresale más son sus iglesias, con escaleras gigantescas y una infraestructura muy mítica, del virreinato, por algo es conocida como “la ciudad de las iglesias”; ya que cuenta con un aproximado de 37 iglesias. 
        Tomo un bus y enrumbo hacia las Pampas de Quinua o Pampas de Ayacucho, muy conocida porque fue ahí donde se libró la última batalla por la independencia del Perú. Ahí, en las Pampas arrecia el viento ferozmente, tanto que temes que te eleve y te lleve a la lejanía. Es vacío, con una estatua erigida en honor a los héroes de la Batalla de Ayacucho. Creo ver a esos héroes allá, abajo, en el abismo, agazapados entre las cuevecillas que forman los cerros. En un cerro están los soldados independentistas y al otro lado, en otro, los realistas. Fatigados se han dado una tregua, pues ha durado horas el enfrentamiento. Descansan para volver a atacar.

De regreso, hago una parada en el pueblo llamado Quinua, está casi desolado. Tiene una plazuela y no hay mucha gente. Camino por sus calles, percatándome que casi toda la población, se dedica a los retablos y trabajos artesanales. Algunas casas tienen mesas de exposición en las puertas, donde se puede apreciar al artesano elaborando aquellas siluetas de barro o madera. Ingreso a una casa, es casi un museo de artesanía, no recuerdo bien el nombre y veo grandes figuras de madera y de barro. 
En el segundo nivel de aquella casa-museo hay figuras casi de mi tamaño, 1.77 metros de altura o más. Esos ojos que me miran en medio de la oscuridad, son de madera y otros de barro, pero dan la sensación de que en cualquier momento cobrarán vida, moviéndose a un lado u otro, porque de por sí ya pareciera que controlaran mis movimientos. Aprovecho para visitar el Museo de Sitio de Quinua o Casa de Capitulación de Ayacucho, cuya entrada está valorizada en S/. 2.00 nuevos soles. Dentro hay todo lo referente a la última batalla por la independencia del yugo español. 
Regreso a Huamanga. Me siento en su plazuela, cuando el sol empieza a morir en el horizonte, tiñendo a la ciudad de un color naranja que embellece más el panorama. A mi mente regresa una imaginación, la de la guerra iniciada en mayo de 1980. Pienso en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, con los mejores docentes del Perú en aquella época. Visito el mercado de la ciudad, abarrotado de vendedores. El panorama es hermoso y desde la ciudad misma se puede ver a lo lejos, los grandes cerros verdosos, detrás de los cuales están ubicados pequeños pueblos como Chuschi.
He olvidado visitar el cementerio y sobre todo la tumba de la guerrillera Edith Lagos, acribillada por las fuerzas del orden el año de 1982, quien fuera también poetiza y es hasta hoy recordado su apoteósico entierro, con un promedio de tres mil personas acompañando el cuerpo a su última morada. Quiero volver a Ayacucho, recorrer sus venas aún latentes, disfrutar de su paisaje hermoso, tierno y nostálgico. Es de noche y la plaza de Huamanga se prepara para una conmemoración a la canción ayacuchana, donde muchos artistas harán su presentación, totalmente gratuita.
Algún día volveré, pienso y entonces visitaré más de Ayacucho, exploraré sus intestinos, me sentaré a platicar con algún campesino que ofrece su producto en una esquina, llegaré a Huanta, a Putis y Chuschi, tal vez a más. Ayacucho tiene encanto y magia, es inspirador. Las personas son tratables y atentas, así como joviales y alegres. El viento sacude, como si una mano invisible me despidiera, sin embargo no quiero abandonar el lugar….no lo quiero dejar, mas Ayacucho me deja ir, porque sabe que alguna vez tornaré a sus callecitas….

J.M.V.R.

Comentarios

  1. Genial... Bella descripción de Ayacucho.. Que invita a visitar esta ciudad.. Gracias x tu aporte Miguel...

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  2. Genial... Bella descripción de Ayacucho.. Que invita a visitar esta ciudad.. Gracias x tu aporte Miguel...

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