Las "Cinco Esquinas" de Vargas Llosa (Sepulcro)

   
    Por:  J. Miguel Vargas Rosas

       Vargas Llosa, se ha visto venir, ha degenerado en una literatura cada vez más simplista y amarilla, degradando su personalidad como escritor y/o representante de una generación literaria. “Todo por el comercio”, su obra “Cinco Esquinas” trata de ser pura y netamente comercial, por lo cual utiliza morbo y pornografía entre sus páginas, lo cual dista mucho de ser atrayente para el lector. 

Sin riqueza temática, con escasos ingredientes literarios, exenta de todo sentimiento que pueda calar en el alma del lector, “Cinco Esquinas” cae en la vulgaridad de la prensa amarilla a la cual el autor quiere criticar, sin darse cuenta que él hace lo mismo.  

Vargas Llosa se ha mostrado con esta novela tal como es: un escritor de la burguesía, por eso entrega ahora, cual Bayli, una obra que sacie el morbo de la burguesía y de paso ayude a embrutecer a las masas populares, a las multitudes de jóvenes ávidos de lectura, utilizando su sello o marca de “Premio Nobel”.

Muy lejos de la política que pueda defender este Nobel de Literatura, analizaremos escuetamente “Cinco Esquina”, reciente novela de Vargas Llosa  publicada por la Editorial Alfaguara.

   Sus personajes son fríos, simplones, para nada intensos ni profundos, ni oscuros, ni siquiera verdaderos políticos, típicos burgueses que llevan la vida fácil desde lo alto de sus empresas; la crítica que hace contra el régimen fujimontesinista es muy vaga, muy suave, donde sólo se descubre el resentimiento de un Vargas Llosa por la pérdida de las elecciones aquel año 90 frente a Fujimori.

Los diálogos que entablan son muy alargados, como los diálogos de los antiguos románticos, sólo que aquí llenos de palabras soeces y vanas. Las técnicas del boom latinoamericano, lejos de haber progresado han desaparecido en esta novela y si se encuentran flash backs no son manejados de forma magistral como en la mayoría de sus obras anteriores. 

      Al final, Vargas Llosa salva a la burguesía con toda y su inmoralidad gobernante, intenta educar de esta forma que es eso lo que debemos salvar, sin embargo el final de “Cinco Esquinas” no impacta, es un final muerto, vacío de sensaciones y sentimientos.