UNA MIRADA DE LO EXISTENTE EN "TRAS EL FULGOR"

      Por: J. Miguel Vargas Rosas

  Hace mucho que no asistía a la lectura de un libro que se proclama de izquierda. Mi mente extraviada en la bruma de trabajos, hacía que permaneciera apartado, sin embargo, ponen a mis manos el libro “Tras el Fulgor”, que trata de ser una voz de su época y con valentía así lo proclama el grupo WiñayWariksa. Es loable el solo hecho de tratar de ir contra la corriente, en una época donde los medios proclaman la muerte del izquierdismo, es más osan proclamar la muerte del marxismo y donde se intenta profundizar, (a la fuerza claro), la celebérrima frase de que: “el sistema democrático (democrático entre comillas gigantescas), es el único sistema correcto y adecuado”.
Este solo hecho, proclamarse de izquierda, es aplaudible, pero en la literatura hace falta un trabajo más dedicado y sacrificado, para podernos coronar como voces de nuestra época. Los autores de “Tras el Fulgor” aún van por el inicio del largo camino que demanda la literatura como instrumento de mejorar o cambiar la sociedad. Debido a que están aún en el alba de su literatura, es que se ve demasiada influencia e incluso palabras casi iguales a las utilizadas por reconocidos escritores de anteriores generaciones, como Vallejo y Scorza; también el lector se choca contra algunas influencias clarísimas de canciones y/o baladas clásicas (percepción mía al leer algunos poemas).
Pero el problema más grave de este libro, es que, en algunas composiciones, el verso se vuelve discurso y la página en panfleto. Vallejo en “Arte y la Revolución” enseñaba que el poeta no debía caer en el panlogismo, es más no debería tan solo cantar a personas o ídolos, sino debía crear algo más trascendental, algo que superara y lo mantuviera vivo después de que su época pereciera; algo que calara en lo humano; la poesía está lejos del canto a un partido político y Vallejo siendo marxista jamás cayó en ese craso error.
Ahora bien, si vamos a poner esto sobre la mesa, también digamos el otro lado de la verdad de Tras el Fulgor y es que hay narrativa en verso bien lograda, que va más allá de lo hogareño, buscando dar a conocer costumbres y hechos que se asemejan a lo policial. 
Según mi opinión es en la parte romántica donde sobresale más e incluso es en ella donde transmite cierta nostalgia por el amor perdido, por la súplica para que el amor torne a nuestras vidas o incluso el tomar a la pareja como una camarada que lucha con uno codo a codo en la guerra o en los momentos de paz, utilizando versos sutiles y rimas para darle ritmo. Y, sin embargo, hay que aclarar, siguen las influencias. Debido a que todo el libro maneja un lenguaje andino y provinciano, en esta parte romántica influencia ya no solo Vallejo y Scorza, sino también Mariano Melgar con sus Harawis.  
De esto se deduce que, hay mucho por andar y mucho por hacer. No se desmerece el gran esfuerzo, hay cosas ya logradas, entre estas, versos con antítesis logrados, pero todavía nos falta sacudirnos de lo Vallejo, de lo Scorza, nos falta corregir graves errores y eso no es una condena; es el inicio creo yo de todo escritor joven.  



Comentarios

Más populares

La última estocada....

Los cuentos embrujados y norteamericanizados de Roncagliolo