PROHIBIDA
por lo que eres y por lo que soy,
prohibida te harían en sus noches
las olas de mar
y el silencio con el que calla la brisa del amor
y la soledad que acompaña tristemente al olvido
sin sabor...
Si no fueras prohibida,
Dios y Demonio confabularían
para hacerte pequeña
como una estrella,
distante y doncella
prohibida siempre prohibida
en la espuma del hogar
desde donde te contemplo
para el sentido de la vida hurgar…
J. Miguel Vargas Rosas
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