«El círculo de la muerte» como denuncia obvia contra el sistema

Escrito por J. Miguel Vargas Rosas

 …

Promedio Diario de Suicidios: 

Por amor ………………. ……….. 3

Por falta de recursos…………….. 5

Por robo ………………………… 1

Por causas desconocidas………… 2

  Se describe en aquel cuento que a simple lectura puede parecer absurdo y cargado de un contenido morboso, escrito por Abraham Valdelomar (El conde de Lemos). No obstante, se constituye en una crítica despiadada contra el sistema capitalista, quizá sin que el propio Valdelomar se diera cuenta. 

Se constituye en un golpe contra el corazón del sistema imperante. 

Sin lugar a dudas, nos enumera las causas de suicidio diario dentro de la sociedad o el sistema actual y se enfatiza que “por falta de recursos” es el motivo más utilizado por la mayoría de suicidas, seguido de “por amor” y después “por causas desconocidas”. Si bien, debemos tomar la historia y los datos de esta, como parte de la ficción literaria, hay una inclinación política del autor en la que nos alcanza su crítica ácida. 

Por un lado, el sistema oprime de tal manera que conduce a una cantidad considerable de personas al suicidio, debido a la falta de recursos económicos, seguido por las causas desconocidas (en estas pueden incluirse las enfermedades depresivas, bipolares, falta de autoestima, enajenación de las personas, etc.) y por robo —el cual debe ser tomado por la falta de una adecuada seguridad ciudadana— y por otro lado, los grandes capitalistas —en el cuento—, juegan con esto, pues no les importa ni les conmueve ni mucho menos les duele dichos suicidios ni la vida humana, sino que lo ven como una oportunidad de inversión económica. 

¿A cuánto de realismo llega una fantasía literaria?, Valdelomar se asoma de forma cruda a la realidad capitalista, dando a entender que dentro del sistema la enajenación de las personas es tal que sólo el dinero es lo importante y que la mortandad ajena puede servir para ganar ingentes cantidades de dinero. La muerte, como algo no palpable, se torna también en una mercancía aprovechada por los señores capitalistas, en la historia de Valdelomar, mientras que, en la realidad actual, esta muerte ya es una especie de gran mercancía, aprovechable para las farmacéuticas, las funerarias, los consultorios psiquiátricos, médicos, etc. Los cuales se vuelven una necesidad precisamente por lo que produce el sistema: enfermedades físicas, enfermedades mentales, hambre, precariedad, depresión, etc. 

Y al morir, es necesario ser enterrado y el entierro es otro negocio, es un servicio y ya no un derecho ni algo que podamos dar a nuestros seres queridos como muestra de nuestra humanidad. Por eso, en el cuento de Valdelomar, la sociedad de capitalistas que se forja entre los dos protagonistas norteamericanos, es pagar a cada suicida para que su suicidio sea público y este público pague el doble para ver el espectáculo. 

«LAS PERSONAS QUE QUIERAN SUICIDARSE PASEN ANTES POR LA AGENCIA KRACSON KEARCHY, DONDE RECIBIRÁN DIEZ MIL DÓLARES, AVENIDA FRANKLIN 34, PISO 27 L»


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