Explorando Narnia con “El León, La Bruja y El Armario”…

Por: J. Miguel Vargas Rosas

"Una vez rey en Narnia, eres Rey para siempre. Pero no pueden usar la misma ruta otra vez. Realmente no traten, de ninguna manera, de llegar hasta allá. Eso sucederá cuando menos lo piensen".  He leído el primero de una serie de siete libros, denominado Las Crónicas de Narnia o The Chronicles of Narnia, publicados entre los años 1950 y 1956 por el profesor anglo-irlandés C.S. Lewis e ilustrada por Pauline Barneys. El primer libro titulado “El León, la bruja y el armario” fue publicado en 1950 y fue el primer libro en publicarse, pero el segundo en escribirse. 

El mundo de Narnia no es sino un refugio para el alma, buscando de esta manera  desconectarse del mundo real que a veces es muy doloroso. Sobre todo C.S. Lewis lo creó para su sobrina Lucía, para que ésta pudiera escapar del dolor que trajo consigo la II Guerra Mundial, porque dichos libros fueron escritos entre 1939 y 1950.

Narnia, llena de nieve, es el lugar mágico donde los animales hablan y usan la razón. En este mundo donde los sueños irreales se hacen realidad, la naturaleza misma cobra vida, como los árboles que pueden moverse para servir al bien o el mal. Uno puede ver el armario, encerrarse en él y al poco tiempo caminar en un mundo desconocido para los humanos, que son conocidos como Los hijos de Adán y las hijas de Eva. Entonces el corazón puede caminar a través del suelo cubierto de nieve, prepararse ansioso a la llegada del gran mago poderoso “Aslan”, un león carismático capaz de dar la vida por lo justo y lo bueno.

El libro cuenta con una estructura sencilla propia para niños y jóvenes, tratando de obviar en todo lo posible los pasajes sangrientos. Los brebajes mágicos y los poderes sobrenaturales están presentes en el lugar. Uno puede quedarse boquiabierto al ver en la imaginación los renos de Santa-Claus en el espacio, trayendo la navidad, que es sinónimo de vida y felicidad.

Clive Staples Lewis, tiene una imaginación basta que combinó con la profundidad de sentimientos que hacen vivir y sentir al lector cada pasaje de la historia, pese a no contar con una estructura tan oscura ni complicada. En esta historia fantástica se sustrae varios mensajes ocultos como la exaltación a la lealtad, la caballerosidad, la bondad (cuando sea rey de Narnia, lo primero que hará será construir buenos caminos), el sacrificio por lo bueno. La temática central es la lucha entre el bien y el mal, dándonos la sincera esperanza de que lo bueno triunfe, irremediablemente, sobre lo malo. 

Narnia ha quedado sumida en la más grande desolación debido a la dictadura de la maldad impuesta por la Bruja blanca que se hace pasar por la reina de Narnia, por ello se desencadenará la batalla entre los buenos encabezados por el mago Aslan, el todopoderoso León. La gente de Aslan triunfa en la batalla final, devolviendo a Narnia su aspecto de ensueño y encantador, repoblándose con la felicidad de sus habitantes: seres mitológicos, animales parlantes, árboles buenos, enanos buenos y demás. 

C.S. Lewis fue un catedrático universitario muy conservador y cristiano, por eso es que en vez de criticar la Segunda Guerra Mundial, decidió refugiarse en lo mágico y ayudar de esta forma a refugiar a los niños en la fantasía, pese a que muchos morían en medio del conflicto bélico. Es rescatable que en tiempos donde aún se vivía el machismo (A excepción de la Unión Soviética de Stalin), en Narnia tanto varones y mujeres son colocados como reyes de mismo rango, sólo que en distintos territorios de Narnia, dando a cada quien sus respectivas características que los harán famosos en toda Narnia. Utiliza en la parte final del libro “El león, la bruja y el armario”, los epítetos. Para mí, este libro es una novela fabulada, a la cual hay que examinarle minuciosamente para extraer de éstos los mensajes correctos, porque los hay y en grandes cantidades.

Indudable la calidad de su literatura y grandiosa la belleza que nos transmite en su mundo mágico, porque es grandiosa la capacidad de hacernos vivir ternuras, tristezas y ansiedad con un estilo sencillo y rápido, porque son libros cortos. “El león, la bruja y el armario” fue llevado al cine por primera vez en 1979, luego en el 2005, película dirigida por Adamson, versión que actualmente todos conocen. Y, al igual que toda la colección de Crónicas de Narnia, ha sido representada muchas veces en teatro y radio. 

Pero hay una frase de Gabriel García Márquez del cual soy partidario y es que es mejor leer un libro que verlo en la pantalla, puesto que al leer el libro tu creas tus personajes y tus escenarios, los vives a tu modo, a tu forma, e incluso puedes inventarlo de las mil formas que desees, pero al verlo en una pantalla estás atado a la mentalidad del director de dicha película, con esto no digo que la película no esté bien realizada, tiene muchos méritos.