LA VIOLENCIA DEL TIEMPO

Por: J. Miguel Vargas Rosas

            

          Retumbaron más de cinco tiros, de los cuales cuatro fueron a parar en la espalda del embajador ruso en Turquía. El pistolero, de 22 años, gritó: "¡Venganza por Alepo!, ¡no olviden a Siria!, ¡no olviden a Siria!"; el embajador para entonces ya estaba tendido en el suelo, con los brazos abiertos, formando una cruz y el asesino sabía que moriría dentro de poco. El embajador ruso en Turquía, estaba muerto y la culpabilidad recaía sobre el Estado Islámico, pero si se trata de buscar responsables dentro de este caos infernal e inhumano, me es difícil darle toda la responsabilidad al grupo del Estado Islamico o ISIS o como quieran llamarlo.

      La responsabilidad también debería recaer sobre los que ayudaron con armas y con prácticamente su creación al grupo en mención; es decir la responsabilidad recae sobre la gran potencia norteamericana, que con sus ambiciones egocentristas de dominar el mundo, crean siempre grupos paramilitares como el ISIS, que finalmente se revelaron y hoy dicen atacar a sus gestores;  la otra parte de la responsabilidad lo tendrían los propios países poderosos como Estados Unidos, la propia Rusia o la Unión Europea, por bombardear inmisericorde a Siria, con dizque el objetivo de eliminar al grupo terrorista  y sin embargo sólo bombardean pueblos inocentes, arrasan con vidas de niños, madres, padres y hermanos que nada tienen que ver en este conflicto más que haber nacido en una tierra castigada y abandonada por Alá .

   Y digo esto, porque lejos de ganar la batalla al grupo ISIS, Estados Unidos está perdiendo territorio, territorio que gana su enemigo, pues sigue apoderándose de vastas ciudades Sirias. Podría asegurar que las fuerzas armadas de las potencias utilizan la misma táctica que utilizaron las fuerzas armadas en el Perú durante los años de conflicto interno en las décadas de los 80 y 90: el llamado 80x4, consistente en arrasar con pueblos enteros, sabiendo que entre las 80 personas que puedas matar, por lo menos hay una que pertenece al Estado Islámico.

      Aquí se cumple la frase: La violencia engendra violencia. No hay cuándo acabar con esto, no hay cuándo los inocentes dejen de pagar por ambiciones ajenas a ellos. Yo no sé en quién cae más responsabilidad, porque todos sabemos que el Estado Islámico ha entrado en un fanatismo y dogmatismo cruel, el cual sólo puede llevar al enloquecimiento más deshumanizador de la tierra, casi igual que el dogmatismo creado por el propio Hitler con la teoría de la superioridad de raza. 

      ¿Hasta cuándo los niños seguirán llorando sangre y los padres soñando resucitar a sus hijos?, lo realmente doloroso es esa cruda realidad que afronta Siria, bombardeada por países acostumbrados a desear con el más maquiavélico anhelo a tener a toda nación subdesarrollada a sus pies: por esto se originó todo y por esto se seguirá derramando sangre de inocentes, por esta estúpida ambición de los poderosos de consolidar el poder para intentar someter a su prójimo...

       La muerte del embajador ruso podría incluso significar el inicio de una nueva etapa de la guerra; es casi similar a lo ocurrido con la primera guerra mundial, iniciada debido al asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa, en Sarajevo. Aunque con más claridad, fue utilizado como excusa para iniciar la Primera Guerra Mundial y así los países poderosos pudieran expandir su radio de explotación y semicolonización.

 ¿Es que permitiremos que suceda otra vez esto, quedándonos con los brazos cruzados?, ¿hay posibilidades de que ocurra lo mismo ahora?, analizando la rivalidad entre Ruisa aliada con China y Estados Unidos apoyado por la Unión Europea, no me cabría la menor duda de que podría desatarse una guerra más cruenta, donde el mundo entero saldría afectado...
      Basta ya de esta agresión, tan sólo para saciar ambiciones oportunistas...