VISIONES DEL CINE DENTRO DEL PERÚ


     Por: J. Miguel Vargas Rosas

          Tuvimos la oportunidad de ver varios trabajos cinematográficos producidos por empresas y/o artistas fuera de Lima y Callao, es decir en el interior del Perú, conociendo así el arduo esfuerzo que realizan los cineastas del Perú profundo para dar a conocer sus propias voces, su propio arte, su propia estética a través de la cinematografía.
Hemos sido testigos de los esfuerzos sobrehumanos, sacrificios loables que hacen los cineastas, lejos de todos los privilegios de las que goza el séptimo arte en la capital del país o las productoras de Lima, debido a la centralización todavía persistente en este lado del mundo.
Sin embargo es necesario hacer un balance de lo que podríamos llamar errores que se cometen constantemente en estas obras cinematográficas, con el fin de corregirlos. Las fallas radican en el manejo del tempo-ritmo; las películas, incluso en las más destacadas del II Festival de Cine Regional Ayacucho, muestran escenas muy alargadas (ojo, no largas), sino alargadas, debido a los diálogos, a la forma del guion o al ritmo en las actuaciones de algunos personajes, haciéndose por ende en algunas partes algo tediosas, causando una baja a toda la trama, por más buena que ésta sea.
       En la mayoría de las películas son muy notables, planos y/o escenas innecesarias, que no ayudan en nada a la historia que se cuenta; esto nos llevaría al problema de la causalidad, puesto que las escenas que se muestran se quedan vacías o en nada hasta el final de la trama y esto viene a complicar el problema del tempo-ritmo de la película en general.
      En cuanto a la continuidad se ve  avances relativos, pero aún se cometen errores, como por ejemplo cuando hay personajes totalmente ebrios y a la siguiente escena están caminando, en la misma hora y casi en el mismo lugar, sanos. Igual se suscita en el cambio de planos; en un plano general están ebrios y en un plano más corto, el rostro o las expresiones mismas son las de un tipo totalmente sobrio.
     Podemos también ver con gran resplandor el futuro del cine fuera de la capital peruana; podemos augurar un futuro positivo a los nuevos cineastas, puesto que está surgiendo gente joven en el medio, que está aportando, quieran o no reconocerlo algunos, grandes cosas al cine peruano y lo mejor es que son conscientes que falta pulir muchos aspectos, lo cual permitirá avanzar hacia un trabajo con un mejor acabado. No me explayaré en cuanto a los problemas de scrip, que tiene que ver mucho creo yo, con el bajo presupuesto con el que cuentan los productores de las regiones del país.
     Asimismo, siempre se ha sostenido que las provincias del país es cuna de grandes talentos, por lo que en actuación hay una gran base, hay grandes talentos, pero lo que urge es trabajarlo de forma profesional, es sistematizarlo y canalizarlo para aumentar la calidad histriónica de nuestros actores. Esto de las actuaciones también implica una debilidad que deben afrontar los cineastas.
     Es inspirador la lucha de los cineastas fuera de Lima y Callao, contra la inclemencia del olvido por parte de los gobiernos de turno, ya que pese a todo se nota una gran evolución, teniendo en cuenta que han sido las provincias los que han gestado las primeras películas de género como las de terror, romance, fantasía, etc. Antes de que éstos aparecieran en los circuitos comerciales, hasta se podría asegurar que fueron las regiones los que emergieron a los circuitos comerciales con las primeras películas de género.
Urge también el apoyo de parte del Estado a estos productores o directores de cine, para poder mejorar la calidad de sus proyectos. Creemos en sí que urge la aprobación de una nueva ley del cine peruano, donde se dé más respaldo a los cineastas regionales, pero hay que ser conscientes que al velar por los intereses de éstos, también implica y es indesligable, velar por los intereses del cine a nivel nacional, pues los que trabajan para las salas comerciales o los que inician dentro de este mundo, se ven afectados o limitados por los pagos de impuestos que en otros países, como Argentina, han sido ya abolidos, además de la marginación de la que son víctimas algunos productores por parte de las exhibidoras al dar preferencia a las películas extranjeras.
Urge una nueva ley que sea peruana y en pro  del peruano en estos aspectos y por ello habrá que batallar. 

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