Analizando "Shunto" de Martín Reátegui

       Por: J. Miguel Vargas Rosas

    Al leer Shunto, uno se sumerge casi a un noventa por ciento en un mar de historias románticas mágicas, pero románticas en el sentido o significado amplio que tiene esta palabra; pues aquí el pasado está conectado al presente como un recuerdo nostálgico. Pasado y presente que llegan a reencontrase en un momento también nostálgico. Los inicios bien logrados, colocan a Martín Reátegui en un nivel de escritura fabulosa, pues inicia cada narración con suspenso y a medida que se extiende te atrapa con escenas descarnadas o románticas, sin caer en ningún momento en el tedio, haciendo uso de recursos literarios propios de la selva, como la magia que vive en la Amazonía, el terror que emerge de la tragedia cometida por la injusticia social y por qué no decirlo, de narrativa poética en ciertas partes de sus cuentos, que dotan de más sentimentalismo contagioso.
El castellano selvático se combina con el lenguaje prolijo y erudito de Reátegui, quien juega constantemente con el cambio del tiempo verbal, además de combinar un lenguaje fresco y popular, sin hacer alarde de demasiado academicismo o caer en ornamentos descriptivos cansados. Sus personajes son golpeados por la injusticia social, las blasfemias, el desencanto y hasta el egoísmo humano, así como la ilusión marchita de la juventud, la cual también está encadenada a lo socialmente injusto. Todo esto es acompañado finalmente por una resignación o por antihéroes mujeres que intentan salir del fango con voluntad propia.
Reátegui no nos muestra solo al poblador selvático feliz y dicharachero, sino también nos pone sobre la mesa la problemática del poblador amazónico, sus dolores, sus preocupaciones, su romanticismo y la fidelidad a unos principios que ellos creen servirán a la mayoría social. Así las prostitutas no están en historias jocosas, sino que narran su decadencia culpando a la pobreza, pero como lector (y la intención del autor también es ese), descubrimos que por sobre toda la pobreza económica, prima una pobreza espiritual. Y Reátegui lo muestra de forma directa, como un golpe frío.
También sobresale la problemática de los caucheros y hasta de los campesinos o las comunidades nativas, a las cuales dota de un misticismo y magia oscura, propia de la idiosincrasia amazónica. Hay que resaltar el cuento “La mesa ensangrentada”, donde se narra de forma descarnada, la esclavitud de los indios caucheros en el Amazonas por parte de la empresa inglesa de Julio C. Arana “Peruvian Amazon Company”. Y digo hay que resaltar esto, porque según la información del autor, dicho relato fue concluido en el año 1996 y en estos ya aparecen los personajes, el ambiente, las atrocidades, que más tarde relataría Vargas Llosa en su “El sueño del Celta”; sin embargo, Reátegui narra magistralmente, solo las atrocidades, sin buscar desprestigiar a personajes de izquierda como lo hace Vargas Llosa en su novela, además de esto, Reátegui añade la magia amazónica como una realidad ficticia en su cuento.
“No sé dónde estará el paraíso de Dante, pero sí sé donde está el infierno católico”, añade en su diario el personaje principal, ya que, dotada de cierto estilo de Poe, La Mesa ensangrentada está narrada (como para llenarnos de intriga y suspenso) en un diario encontrado muchos años después, por un militar que al descubrirlo, descubre también la vieja maldición, posiblemente india. 
Aunque hay que ser sinceros, en tres o cuatro cuentos aproximadamente, se asoma más a lo que son pequeñas anécdotas, así como a escenas netas de pornografía, aparte de que las anécdotas cómicas como en “Orina, huevón”, no va con su estilo ni con el tema general del libro, hacen que su calidad narrativa y temática, decaiga. 
   Pese a este error (error, según mi punto de vista), Reátegui trata también el tema de la guerra interna acaecida en el Perú durante los años 80, pero no desde un punto de vista tolstoiano ni mucho menos detectivesco, sino desde un lado más romántico y sublime. Reátegui nos narra desde el intestino de las tropas guerrilleras y de la lucha de muchos hombres que batallaron desde hace mucho antes de los 80. Aquí es donde florece lo romántico, esa nostalgia sublime de personas que se van y vuelven, del sacrificio por la mayoría social, del no rendirse o del morir con honor, con sus principios intactos. Hasta sus frases son entretejidas como un romance. “Don Juanito Gutiérrez decía que la revolución es una gran cita de amor, yo sigo a mi manera de cita en cita”, indica uno de sus personajes en “El camarada zapote”. Son pues sus cuentos una idealización de la transformación social, combinándose en él, lo Ostrovsky, Chejov y Gorki.
         Pero también utiliza esta temática para enaltecer e izar la historia sacrificada, heroica y combativa del pueblo amazónico, tal es el caso del relato “Shunto: el idioma del fuego”, cuyo romanticismo y misticismo son grandes y grandilocuente el lenguaje del autor, el cual mediante un flashback nos rememora toda la historia de opresión que vivió la comunidad amazónica, sometida por las oprobiosas clases gobernantes y la rebeldía que arde en sus venas. 
          La temática del libro es amplia, por lo que no cae en lo monótono. En otro cuento, por ejemplo, relata el aislamiento de un sujeto desconocido para la comunidad. Aquí la literatura del escritor se torna un tanto infantil, aflorando la ternura e imaginación de la niñez donde una gota de agua cobra vida, dando así vida a lo inanimado, para poder transmitir mensajes trascendentales sobre la hombría y el alma humana. En otras, satiriza a los militares, quienes por órdenes superiores ayudan a transportar armas de sus propios enemigos (realidad o ficción, no lo sabemos).
       Así pues, Reátegui se alza como un escritor moderno y progresista, muy lejos de la monotemática que asfixia a algunos escritores de la selva, aunque deberá tener mucho cuidado en caer en ello. “Shunto” por lo tanto es un amasijo de emociones y sentimientos que calan hasta lo más hondo del alma; una obra cuya calidad es elevada…

Comentarios

Más populares

La última estocada....

Los cuentos embrujados y norteamericanizados de Roncagliolo