Niñas....

              Niñas, murmuraríamos como quien desprecia algo con cierta dulzura, pero al fin y al cabo nos son algo despreciables. Eso es lo que les dan determinados sistemas políticos, por no decir casi todos, los que se aplican en el mundo: desprecio hacia el sexo femenino. Muchas mujeres han salido a gritar sobre la igualdad de oportunidad que existe ahora, pero jamás han asomado las narices hacia las mujeres obreras que viven explotadas en las grandes empresas, cuyo salario es menor que el de los obreros varones, o las condiciones en las que trabajan, o aquellas abandonadas a sus suerte, que se ven obligadas a marchar en fila gigantesca hacia la corrupción de sus cuerpos. 
               Según datos oficiales existen aproximadamente 1,100 millones de niñas en el mundo, sin embargo cada diez minutos muere una adolescente en algún lugar del globo, producto de la violencia, sea familiar o social. Dentro de la trata de personas, prostitución, violaciones, violencia familiar, constituyen el 90% de las víctimas. Sus oportunidades de superación frente a la de los varones son ínfimas. La UNICEF se proyecta al 2030 para reducir al máximo esa marginación casi terrorífica contra la mujer, sin entender el kitt del problema, pues plantea que las niñas no se deben dedicar al cien por cien a cocinar, barrer, lavar o cuidar de algún familiar o algún bebé; lo cual equivaldría a modificar todo un modelo económico, para así reestructurar o estructurar un sistema de facilidades subvencionada por los gobiernos o Estados de cada país. ¿Cómo podría una mujer obrera dejar las cosas domésticas si el hombre trabaja y apenas sí les da para sobrevivir?, ¿cómo podría una niña adolescente dejar de ayudar a sus padres si el trabajo que realizan aquellos no les da lo suficiente?
              Las niñas crecen atendiendo el hogar y dedican a este un 40% de tiempo más, a comparación de los varones, lo cual les limita. ¿Cuál sería la salida a esto?, lógicamente que se les de las facilidades para que su familia pueda subsistir en un nivel de vida normal, para no sentir esa explotación en la casa y poder independizarse, ponerse al nivel de cualquier varón. Mientras tanto, se sigue teniendo el problema de la división sexual del trabajo, que lejos de solucionarse se agudiza, pese a que es un problema que el capitalismo engrandeció inmediatamente después de implantarse como sistema hegemónico.
           Por otro lado, las mujeres de los millonarios, pueden sobresalir, pero también suelen ser pisoteadas y agredidas físicamente, precisamente porque han sido educadas para atender la casa. La ONU misma, entiende que ser mujer actualmente no es fácil, por lo que contradice a aquellas mujeres que suelen repetir que hay igualdad de oportunidades. 
             Otro tema que no se puede dejar de lado, es que en latinoamerica un promedio de 74 millones de niños (4 de cada 10) sufren de pobreza y el 28,3 millones de esta cantidad están sumidos en extrema pobreza.  Esto haría que las niñas tengan aún menos oportunidades de superación y desarrollo. Vivimos en un continente en que los niños están muriendo consumidos por la pobreza, el hambre, las drogas, mientras que en la clase media viven fantaseando cosas inexistentes, alimentados por un sistema educativo que les enseña el individualismo y a contentarse con una educación tan baja y simplona, mientras que los pocos niños ricos, son abandonados o acostumbrados a vivir sin alma más que el dinero.
            Así es como hemos llegado, sucintamente, al 11 de octubre (el día internacional de la niña) y en una situación un poco más grave, llegaremos, (y no quiero ser fatalista, pero el desarrollo de esta política que va en declive debido a las crisis de las potencias mundiales, así lo demuestra), llegaremos al día internacional del niño... ¿Hay esperanzas?, las hay y está entre aquellos a los que indigna esta realidad, pero se les ha quitado todo poder y yace sumido como un mendigo pese a fabricar todo el oro del mundo....

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