El Che y Abimael Guzmán

Por: J. Miguel Vargas Rosas

     Estuve revisando algunas actividades realizadas en honor a la muerte heroica del guerrillero Ernesto Guevara de la Serna - El Che. Y Resulta hasta paradójico que algunos militantes del MOVADEF, enaltezcan a su líder Guzmán comparándolo con el guerrillero en mención. Hay algunos que aseveran "son los dos más grandes revolucionarios de estos tiempos"; otros realizaron actividades en homenaje a Guevara, exigiendo la libertad de Guzmán. ¿Paradójico por qué? se me preguntará sin duda y eso que no menciono a algunos contactos que me agregaron, pensando que compartiría su posición política y se fueron decepcionados, eliminando todo tipo de comunicación. Paradójico porque si nos preguntamos qué diría a todo esto el Abimael Guzmán de la década del 70 y de los 80 (en esta década incluso más "radical"), sobrarían motivos para que sus seguidores terminaran pasmados. Tenemos versiones que en discursos (estos agrupados como textos) proclamados en la UNSCH, el líder de Sendero jamás rescató ninguna virtud del mítico guerrillero; por el contrario siempre vio en él la imagen de los reaccionarios oportunistas y "pequeño burgueses"; por eso se refirió siempre acerca de Guevara como "ese tipejo", "aventurero pequeño burgués", "revisionista", al igual que acerca de todos los líderes de la revolución cubana que para él eran "revisionistas", "pequeño burgueses", etc. Ni una virtud, ni un acercamiento. En los 80 volvería a referirse a ellos de la misma forma, agregando "Castro dice que la lucha armada ha fracasado. Nosotros decimos que ha fracasado su forma de lucha armada, su estrategia". Lo cierto es que ahora sus seguidores alzan afiches y carteles de Guevara, queriendo con ello mitificar al propio Guzmán. Otros, han viajado incluso a Cuba buscando relaciones amicales. 

      Sin embargo, debemos recalcar que el propio Guevara comprendió su error de aventurero en su momento y comprendió la necesidad de movilizar masas antes de emprender la lucha guerrillera. "Si tuviera un grupo más de hombres...", aunque él intentó desde el inicio ser el brazo armado del Partido Comunista Boliviano. Las negociaciones con Monje (líder del PCB) fallaron, conduciéndolo a un aislamiento que tenían que romper, por lo que durante toda su estancia en Bolivia de forma clandestina, educaba a los campesinos directamente. Cuando se dio cuenta de ese error (no contar previamente con la movilización de masas), ya era demasiado tarde. Poco tiempo después sería emboscado en el Yuro, donde peleó hasta quedar mal herido, defendiéndose únicamente con una pistola, tras haber dado la orden a sus compañeros guerrilleros que salieran del Yuro y buscasen romper el cerco de las fuerzas de Barrientos (Inti Peredo narra esto). Por el otro lado, Guzmán pocas veces (por no decir nunca) tuvo contacto directo con los campesinos. El PCP-SL empezó a perder apoyo popular y a sus llamadas "bases de apoyo" a partir de 1983 aproximadamente. Abimael  fue apresado en una casa en un barrio de alta alcurnia en Lima, sin un arma de defensa (lo cual le criticaría Feliciano en sus varios juicios), y según versión del GEIN, solo atinó a decir: "Tranquilo muchacho". Luego vino su discurso que parecía remecer el mundo desde su humillante jaula. Guevara recluido en la escuelita de la Higuera, le diría a su asesino: "Póngase sereno. Que va usted a matar a un hombre". Abimael a un año de su encierro, exigiría acuerdos de paz con el gobierno de turno y diría junto a su mano derecha y lo rediría en reiteradas ocasiones que "las condiciones no estaban dadas para una lucha armada" y que "habían sido derrotados en la guerra", y lejos de pedir a su gente que rompieran el cerco, los invocó a rendirse, entregarse y apostar por los acuerdos de paz. Guzmán caía en lo mismo que había criticado a Castro y lo que había criticado con fuerza a muchos otros como las FARC. Guevara por su lado, quien al igual que Guzman había visitado China y se había entrevistado con Mao, antes de emprender sus guerras de guerrillas, jamás culpó a Castro ni a Cuba ni a sus compañeros hasta el último momento de su vida. Asumió sus errores ante sus captores. Guzmán, lejos de dar un discurso que reanime a sus seguidores, en sus juicios penales donde le daban prensa, trató de hablar de sí mismo y deslindar responsabilidades personales. Pese a que fue el máximo líder del PCP-SL se lava las manos si se le sacan los errores más horrorosos de su organización.

        ¿Y si el problema no eran las condiciones tal como lo plantea Guzmán?, ¿si lo que fracasó no era la lucha armada del pueblo, sino la forma de lucha armada que Guzmán emprendió, tal como él mismo le criticara a Castro? Al fin y al cabo, la teoría de Mao Tse-tung a quien el líder senderista decía darle todo su respeto, señala que la cuestión radica en si se "tiene la línea correcta o no, pues si se tiene la línea correcta todo se consigue (...) y si no se la tiene, todo fracasa". Con esto no señalamos a Cuba como un país socialista. Ha emulado muchos criterios y políticas socialistas, pero aún le falta un golpe que transforme y elimine la explotación asalariada de la mayoría social. Aquí tampoco queremos endiosar a El Che, reconocemos sus errores, pero aparte de haber aportado al despertar de los oprimidos de América Latina, hay que reconocerle su espíritu de desprendimiento, su coraje, su amor a la justicia, su humanidad, valentía, su mente soñadora y romántica que deben ser características fundamentales de todo revolucionario y sobre todo, del hombre nuevo. 



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