Miércoles de Zurita

 "Y eran las palabras muertas del mar el epitafio"


Ríanse de mandíbula batiente

porque ella y yo nos hemos encontrado 

Griten piedras y malezas del campo 

que por nuestro amor 

las cárceles de las ciudades se derrumban 

y las rejas se deshacen 

hasta los candados han cedido. 

(Del poema sin título)


Entonces guárdame en ti 

en los torrentes más secretos que tus ríos levantan

y cuando ya de nosotros 

sólo quede como una orilla 

tenme también en ti 

(...) 

Y luego, cuando las grandes aves se derrumben 

y las nubes nos indiquen 

que se nos fue la vida entre los dedos

guárdame todavía en ti 

(Del poema "Guárdame en ti")

(...) vi tu cara color del azabache y del cielo 

pero no. Los muchachos

sacaron banderas blancas en el campamento, pero

igual nos golpearon ¿Estás tú entre los 

golpeados, los llorosos, los muertos?

¿Estás tú también allí mi Dios 

durmiendo cabeza abajo?

No hay perdón para esta nueva tierra, me

dicen y nada de lo que hagamos cambiará

la suerte que tendremos, pero yo lloro y no 

despierto y mi Dios se aleja como un barco.

(Del poema "Si sólo supieras cómo lloro")


Porque aunque tengamos que cruzar

otra vez el océano 

y bajar de nuevo por la catarata del mar

mi amor descenderá a buscar tu amor 

y tu amor subiendo me mostrará 

los torrentes que suben. 

(Del poema "Y mi amor bajará a buscar tu amor")



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